lunes, 6 de agosto de 2012

Especismo entre antiespecistas

“No me siento superior por ser vegana. Lo cierto es que soy 
vegana porque no me siento superior a nadie” - Michele McCowan

Es común entre nuevos veganos pasar por una etapa fundamentalista o intransigente (y a veces no tan nuevos ni tan etapa): primero se preguntan cómo han podido “estar tan ciegos” de no hacer ciertas conexiones y se esfuerzan por informar a los demás para que cambien su perspectiva; después, no obstante, tras varias decepciones algunos desarrollan algún tipo de amnesia retrógrada que les impide recordar que hasta hace no mucho ellos eran especistas, y consideran a los que lo son como unos asesinos hijos de puta que disfrutan haciendo sufrir a los animales. Esta actitud es perniciosa fundamentalmente por dos motivos: es especista y perjudica a los animales. 

En primer lugar, las generalizaciones siempre son injustas con los individuos que conforman los grupos. Es común atacar a “los humanos” como culpables de las torturas que sufren algunos animales; “me avergüenzo de ser humana” o “los humanos hacemos tal y cual”: ¿Por qué esta actitud no es vista como discriminatoria y especista cuando se está condenando a todo un colectivo por los actos de unos de ellos? Si alguien dijera que las lesbianas son todas unas zorras manipuladoras se le tacharía automáticamente de homófobo, igual que sería machista que una tía dijera que se avergüenza de ser mujer porque las mujeres son unas frívolas interesadas o sería racista que otra persona afirmara que los negros roban coches. Sin embargo sí hay lesbianas manipuladoras, mujeres frívolas e interesadas o negros ladrones, al igual que hay humanos (en general) cabrones, pero ser manipulador, frívolo, ladrón o cabrón no es nunca algo intrínseco de ser lesbiana, mujer, negro o humano, respectivamente. 

En la misma línea está la xenofobia al atacar a una etnia por las tradiciones o actividades de algunos de los individuos de la misma (a los chinos por comer perros, a los canadienses por apalear focas…), aunque esto es más común entre mascotistas que entre veganos, pues los últimos suelen tener más claro que no hay diferencia entre comer perros en China o cerdos en España. 

En segundo lugar es especista porque crea una especie de salto cualitativo entre los humanos y el resto de animales, el mismo salto que los antiespecistas critican: no se juzga a un gato por matar a un ratón o a un oso por comerse un salmón, ya que ellos “no pueden razonar”; sin embargo el humano se considera un ser razonante que nace razonando, y que debería razonar por tanto trascendiendo toda su educación para oponerse a la explotación animal. Para empezar no creo que el veganismo sea el “camino verdadero” ni creo en la existencia de la corrección o verdad en términos morales, sino si acaso en la coherencia con unos principios. Soy vegana porque tengo la capacidad de sentir empatía por el resto de animales y, por ello, los puedo considerar mis iguales en términos de sufrimiento, pero el no tener esa capacidad de empatizar no te convierte en un monstruo (¿cómo puede ser moralmente malo no tener una capacidad para hacer algo?). Muchos otros animales pueden sentir empatía, y un gato podría no matar a un ratón por sentir una empatía hacia él mientras que otro podría no tenerla y dejarse llevar por un instinto o apetencia. Con esto no estoy justificando nada, sino simplemente intento entender cómo y por qué actúan los demás, y no dejarme llevar por el camino fácil del insulto. En segundo lugar, creo que ya se ha evidenciado que no considero a los humanos nada radicalmente distinto del resto de animales, y por tanto no creo que exista ser alguno puramente razonante, sino que todos los animales que no estamos totalmente determinados por un instinto invariable lo estamos en mayor o menor parte por nuestras experiencias, educación, cultura, etc. Si viviéramos en una sociedad vegana o simplemente con una mayor consideración por los demás animales, el número de veganos que la conformarían sería infinitamente mayor. Y de nuevo recuerdo que muchos de nosotros, hasta hace unos meses o años, nunca antes habíamos hecho la conexión con el resto de animales, o incluso muchos veganos probablemente habrán defendido antes del cambio los argumentos que ahora considerarán falaces o prejuiciosos. Con esto no estoy diciendo que no haya especistas mezquinos y maleducados (igual que hay veganos así), algunos incluso que atacan a los veganos por el mero hecho de serlo. Pero incluso una persona directamente relacionada con la explotación animal (ganadero, torero, matarife, peletero) puede cambiar su perspectiva, pues al fin y al cabo no hacen más que seguir el legado de una misma educación especista con la que nosotros también hemos sido educados. 

Por último, si todo esto no te convence y sigues odiando a la humanidad hay un factor más a tener en cuenta en tu comportamiento: el daño a los otros animales. Ponte en el lugar del otro, de ser una persona que nunca antes se ha planteado el trato a tener con los otros animales, lo que come o lo que viste, y que por tanto tiene muchas dudas al respecto y cierto recelo ante lo que rompe por completo su esquema de valores: ¿cómo crees que se puede sentir esa persona ante los insultos, las acusaciones de asesino y la culpabilización? Lo más probable es que se cierre en banda y no escuche tu mensaje. Y lo peor es que, por desgracia, muchas veces somos un referente de la idea que defendemos: muchos omnívoros se encuentran con uno o varios veganos arrogantes y deducen de ello que los veganos por definición son arrogantes; se cierran al mensaje por culpa de un mal mensajero (y de ahí mis “precauciones para una correcta comprensión”). Muchas veces una actitud de “superioridad moral”, aun inintencionada, hace que el otro se sienta aludido ante una acusación implícita, un “tú eres culpable de esto, estás equivocado y yo estoy en lo cierto, haz lo que yo te digo”, desencadenando con esto una actitud defensiva que muchas veces se materializa en un “las plantas también sienten” o “tú también matas animales”, etc. Por supuesto, algunos se pueden sentir atacados y responder a la defensiva porque sí, o porque quizás les remuerda la conciencia ante la duda de no estar actuando de acuerdo con su ética y sientan miedo de que se venga abajo todo su esquema de valores, pero ello no implica que no debamos evitar estos conflictos con una actitud educada y comprensiva. 

3 comentarios:

  1. Yo es que no puedo evitar hacer una límpida distinción entre personas que ya poseen la información y las que no. Es decir, me parece del rango absurdo reprobar a aquellas personas que no son veganas porque jamás se han planteado si están incurriendo en un error ético ni se han cuestionado sus hábitos y el consiguiente impacto en los aniamles y el entorno. Al igual que no creo que sea acertado juzgar cualquier hábito que responde a convencionalismos si la persona en cuestión no ha sometido sus acciones a reflexión y cuestionamiento.

    Ahora bien, si alguien es conocedor de las consecuencias de sus actos, ha visto documentales como Earthlings, peaceable Kingdom etc, conoce gente vegana perfectamente saludable y sin embargo no modifica su estilo de vida por comodidad, miedo, egoísmo o cualquier pretexto, entonces ya no hablamos del caso anterior y por tanto el sujeto en cuestión para mi opinión NO TIENE COARTADA ni subterfugio válido. no digo que haya que calificarle de hijo de puta, aunque sinceramente así lo pienso, pero sí de egoísta y carente de empatía. De verdad que hay personas que me parecen puros psicópatas, porque no sentir empatía es precisamente el rasgo que caracteriza a este tipo de individuos.

    ResponderEliminar
  2. Precisamente si eres capaz de reconocer que un psicópata carece de empatía entenderás que es imposible que esa persona sea cruel. Sería como decirle a un gato que es cruel por cazar a un ratón o al fuego que es cruel por quemar animales.

    Para poder tener una ética es necesario un mínimo de empatía que te permita ponerte en el lugar del otro individuo para rechazar aquello que le hagas que pienses que pueda causarle sufrimiento. Si eres incapaz de empatizar con el otro individuo, va a ser practicamente imposible que puedas actuar éticamente para con él. No basta con saber que el individuo tiene un sistema nervioso y que comprar x productos implica x sufrimiento, ya que no existe ningún vínculo que una el hecho de que con x acción causes un daño con la idea de que es tu deber no realizarla o no está bien: ese vínculo sólo es posible gracias a la empatía, y para aquellos que así lo sienten. No basta con saber una serie de datos, sino que se necesita una conexión emocional para lograr la motivación suficiente como para cambiar tus hábitos.

    La mayoría de la gente que ahora es vegana antes de serlo sabía que los animales sentían, que no querían morir y que se podía vivir sin consumirlos, pero no fue hasta cierto momento en que tuvo lugar esa "conexión emocional" cuando por fin dieron el paso. Millones de personas que ahora mismo no son veganas y saben también estas cosas pueden acabar siéndolo en otro momento en sus vidas, cuando algo les haga saltar su "resorte".

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. pues ojalá estén dotadas de ese resorte y de la inteligencia emocional necesaria para hacer que se active. Un saludo!

    ResponderEliminar