Me gustaría empezar con los temas polémicos tratando uno de los que me tocan más de cerca: el veganismo.
Partimos de la base de que el veganismo es, en su puesta en práctica, un modo de vida que excluye –en la medida de nuestras posibilidades- el uso y consumo de productos compuestos con (o testados en) animales o sustancias derivadas de éstos, así como su explotación directa utilizándolos como objeto de compra-venta, medio de transporte o entretenimiento.
A mi modo de ver, teniendo en cuenta que el veganismo es una filosofía de vida, es un error aceptar dogmáticamente estas premisas sin una reflexión previa, y de ésta yo derivaría que todo lo anteriormente citado son los medios, y no el fin, para el objetivo de lo que significaría realmente el veganismo: el respeto y consideración (igualitarias) de todos los individuos con capacidad de sentir independientemente de su raza, sexo o especie*. Esto pasa evidentemente por un boicot a aquellos productos derivados de la explotación animal, pues sin demanda no hay oferta. Ahora bien, aquí es donde la gente confunde el medio (el no uso y consumo de productos de origen animal) con el fin (la liberación animal) y nos enfrascamos en la cuestión del título, para lo cual introduciría el concepto de freegan.
El “freeganismo” (unión de las palabras free –gratis- y vegan –vegano) se conoce como un estilo de vida voluntario que emplea estrategias alternativas para vivir basadas en limitar su participación en el sistema económico convencional y minimizar su consumo de recursos (utilizando el mínimo dinero posible, alimentándose de la cantidad exacerbada de comida en perfecto estado que diariamente desechan las grandes superficies, reutilizando objetos tirados que puedan serles útiles, compartiendo e intercambiando bienes mediante el trueque, etc); pero sin necesidad de convertirlo en un modo de vida, llamaría freeganismo al acto y práctica de “reciclaje” (reutilización) de objetos desechados para evitar la compra innecesaria y facilitarles una mayor vida útil (no por el puro esnobismo de introducir términos anglosajones, sino más bien por la imprecisión de la palabra “reciclaje” para referirnos a estas prácticas e intenciones), y he aquí donde lanzo la pregunta a la que quería remitirme desde un principio: ¿es vegano conservar (o “reutilizar”) una prenda o producto de cuero, lana, seda o cualquier otro material de procedencia animal? Más aún ¿es vegano comer carne, huevos o lácteos desechados por las grandes superficies? En mi opinión, rotundamente sí.
El veganismo, para mí, implica un respeto por la vida consciente-sintiente, no un respeto por la vida en sí ni mucho menos por la muerte. Al margen de todas las religiones y creencias que atribuyen al cuerpo de un sujeto una esencia-alma inmortal, toda concepción materialista estimará que tras la muerte de un ser éste desaparece como sujeto, que “su” cuerpo ya no es más una herramienta de interacción de la psique con el mundo tangible, sino una simple coraza inútil, vacía, mera materia orgánica; y ya que la consciencia y todo interés de ésta desaparecen, esa coraza inanimada no merecerá mayor consideración moral que cualquier otro objeto inerte, independientemente de que el sujeto al que antes pertenecía el pedazo de carne fuera clasificado como homo sapiens o bos taurus. Sería por tanto especista considerar inaceptable la necrofagia (o necrofilia, o desollamiento) entre humanos no asesinados para tal fin y aceptar la necrofagia con animales no humanos cuya muerte no es demandada por ti (ya haya sido explotado y asesinado por la industria como que haya muerto despeñado por un precipicio o de un paro cardiaco), pero por mi parte no condeno ninguna de las dos prácticas, como tampoco quien decida conservar unas botas de piel humana tras haber averiguado su origen o haberlo reprobado cuando antes era indiferente.
No obstante, cabe mencionar un factor importante: el respeto hacia familiares o amigos del fallecido; y es que la pena hacia la muerte de alguien no debiera ser hacia ese alguien –pues muerto ya no siente ni padece, y mucho menos se lamenta de no ser- sino hacia los vivos que sufrirán su pérdida. Sí considero por ello que se debería tener tacto ante una situación que para otros es tan difícil, pero eso se derivaría moralmente, simplemente, en no hacer nada con el cadáver que pueda ofenderlos delante de éstos, y en caso de que éstos existan –no todo el mundo tiene familia o amigos que lo vayan a echar a uno en falta. En cualquier caso, desgraciadamente, los familiares o amigos de los animales no humanos que nos encontramos en los contenedores y supermercados no van a sentirse ofendidos por lo que hagamos o dejemos de hacer con sus cuerpos, ya que nunca lo verán ni lo sabrán (y es probable que incluso pudiendo verlo/saberlo muchos no lo sintieran como nosotros, pero ese es otro añadido).
Con esto no pretendo incitar a nadie a recoger productos de origen animal de los contenedores (que aunque no "inmorales" siguen siendo poco sanos), ni mucho menos a aprovechar los restos que otros dejen individualmente (pues esto sí podría traer malentendidos y dañar el mensaje que se promueve) sino explicar por qué no condeno esta actitud ni me aferro como dogmas a ciertas ideas que no dejan de ser sólo herramientas. Por otra parte, y por último, quería señalar que un freegan que recoja y consuma puntualmente carne, lácteos o huevos, o bien conserve unas botas piel de su etapa no vegana, es responsable de menos muertes (en ese ámbito concreto) que un vegano-ofendido-por-su-falta-de-respeto-hacia-los-animales que compre todos los productos veganos que come o tire sus botas de cuero para comprarse unas sintéticas, mal que les pese a muchos; pues su producción, manipulación y transporte supone un gasto de recursos e impacto en el medio que inevitablemente se llevará a algún animal por delante.
*En realidad aquí (con la agregación de los paréntesis) estoy equiparando el veganismo al antiespecismo, y éstos a una concepción antisexista y antirracista complementaria, lo cual no es demasiado correcto. Se puede ser vegano sin ser antiespecista, es decir, sin juzgar que los intereses de los animales no humanos merezcan una consideración igual a los de los humanos, aunque tengamos a éstos primeros en suficiente consideración como para no causarles un sufrimiento innecesario con su explotación; y lo mismo en el caso del racismo, sexismo u otras discriminaciones menos cuestionadas.
el único inconveniente que yo le veo al freeganismo es por temas de estrategia a la hora de promover el respeto hacia los demás animales. Yo no puedo demostrar a la gente con mi salud y existencia que la alimentación vegana es una opción posible si me alimento con productos de origen animal, y como éste muchos ejemplos más que me da pereza exponer xd
ResponderEliminarp.d: por lo demás, totalmente de acuerdo contigo.
ResponderEliminarPersonalmente opino lo mismo que Melo, el consumir estos productos anima a otros a hacerlo y no por la vía "freegan" sino a través de un negocio que se beneficia de la muerte de animales. El mensaje que transmitimos puede ser malentendido. Yo personalmente considero que comer carne no es natural ni saludable en seres humanos, pero dejando de lado eso (ya que la monogamia o vestirse tampoco es natural) yo considero que debemos de hacer un cambio radical en nuestro modo de vida para poder causar algún impacto sobre las personas, a veces estos razonamientos son complicados de entender por la gente que come carne o tiene un perfil especista.
ResponderEliminarMas alla de cuestiones morales (en las que estoy de acuerdo con el articulo), me veo obligado a decirte que te equivocas. Comer carne es completamente natural, y la prueba es que tenemos denticion de omnivoros. Ademas, es bastante saludable dentro de un limite, que en nuestra sociedad es muy facil sobrepasar, todo hay que decirlo. Eso no quiere decir que no se pueda llevar una dieta saludable sin consumo de carne, solo que el hecho de llevarla no la convierte en mala. No creo que hubieramos desarrollado esa denticion si no fuera saludable. Asi que que por motivos morales no comas carne no significa que no sea natural, de igual forma que aunque por motivos morales no quieras tener un hijo no significa que no sea algo natural.
EliminarRespecto a la ropa, no somos la unica especie animal que se cubre con hojas, pieles, o incluso tejidos (seda) para protegerse del frio. El genero homo ya se vestia antes de que Homo sapiens existiera, y eso es lo que nos ha permitido sobrevivir a climas mas frios que el de Africa. Incluso auqnue no consideres la ropa natural (claramente la actual no lo es), si lo es utilizar nuestra inteligencia para solucionar problemas (frio en este caso). Es nuestro recurso, en ausencia de garras, veneno, pieles gruesas u otros mecanismos de supercivencia que otros animales poseen y nosotros no.
Ya, si yo estratégicamente no considero nada recomendable promover esto, pero una cosa es lo que se haga desde organizaciones o de cara a promover el veganismo y otra lo que cada uno haga a título individual y anónimamente. Cuando comemos/compramos no tenemos una cámara detrás las 24 horas que compruebe que no dejamos de actuar "veganamente" en ningún momento, y del mismo modo que alguien podría hacerse pasar por vegetariano y promover el veganismo mientras compra y come a escondidas productos de origen animal, también alguien podría conseguir estos productos de la forma mencionada, no suponiendo en este caso ninguna contradicción ética con su estilo de vida, y seguir promoviendo el veganismo ética y dietéticamente.
ResponderEliminarSon formas de verlo, pero bueno, yo considero que es más exitoso que los actos acompañen siempre a lo que defendemos intelectual y moralmente. Y por otra parte creo que la mayoría de veganos defendemos que es totalmente innecesario comer productos de origen animal, y luchamos (o por lo menos en mi caso) por cambiar el sistema en el que vivimos, quizá en una idea utópica del mundo donde los "productos de origen animal" no existan y promover una alimentación vegana. Yo considero que ese modo de adaptación al sistema capitalista y especista desde un punto de vista vegano no hace otra cosa que aceptar el sistema establecido aunque sea de forma indirecta y fomentarlo .
ResponderEliminarBueno, cada uno que lo vea como quiera, pero estoy especialmente en desacuerdo con lo último que has dicho. El "veganismo capitalista" sí es un modo de aceptar el sistema establecido y fomentarlo, lo único que hace es cambiar los recursos demandados de origen animal por otros vegetales y minerales, pero a menos que vaya acompañado de una gran conciencia ecológica, compra de productos de origen local y biológico y estrategias dentro de lo que podemos considerar freeganismo, sigue siendo responsable, quizás en menor escala, de una gran cantidad de problemas que derivan del sistema capitalista. El freeganismo supone no fomentar el sistema con tu aportación económica, no demandar más productos ni más explotación de recursos, contaminación, etc. y sí, sólo es posible en el seno de un sistema capitalista, pero precisamente cuando el freeganismo ya no sea necesario o viable será cuando pueda darse un cambio radical del sistema económico. Hasta entonces, todo lo que consumas no hace más que colaborar con él.
ResponderEliminarPor otra parte, se puede ser freegan y comer todo vegano, que yo no he dicho lo contrario. Simplemennte para mí sería irrelevante que recogieras productos de origen animal o vegetal de un contenedor cuando ninguno de los dos los estás demandando.
A mí me parece un poco absurdo reducir el veganismo al no consumo de productos de origen animal. A mi enteneder el veganismo es intentar vivir causando el menor daño posible a los demás.
ResponderEliminarComo comenta Cris, toda extracción, manipulación, transformación y transporte de cualquier producto causa muerte y sufrimiento a muchos animales. De hecho, daña a menos animales el tener unas pocas gallinas y comer sus huevos que cargarse una zona de bosque para hacer plantaciones de soja, transportarla a otro país, transformarla en un producto que no sea de origen animal y distribuirla.
Lo que pasa es que para que la mayoría de la gente entienda el antiespecismo hay que simplificarle mucho porque la reflexión escasea y las excusas abundan. Por eso yo creo que lo más oportuno a la hora de hacer campañas es presentar el veganismo como una forma de vida sin usar productos de origen animal.
Pero a nivel personal lo más lógico me parece hacer aquello que cause menos daño a los demás. Y desde luego comer de lo que encuentras en la basura es lo que menos daño puede causar en cualquiera de los sentidos. Si estamos con alguien que no es vegan@ creo incluso positivo que le expliquemos este razonamiento para que vean que no se trata de cuestiones dogmáticas. Pero más allá de eso creo que el freeganismo es algo que no se debe promover públicamente por lo complicado y controvertido del tema.
Muy de acuerdo. Es más, quizás sea más ético el freeganismo que el veganismo tal como lo entendemos.
ResponderEliminarNo me parece mal aprovechar esos recursos, pero en el caso de la carne, habiendo animales que alimentar, ¿por qué no dar la carne a protectoras? Y estoy de acuerdo en que no es bueno promoverlo, dado que es fácilmente malinterpretable.
ResponderEliminarSí, es una buena opción, aunque no sé si las protectoras aceptarían esa carne si supieran de dónde la sacaste. En cualquier caso, yo lo único que decía es que consumir productos animales desechados por las empresas no me parece algo malo ni no vegano, no que me parezca algo bueno o la mejor opción con respecto al uso o no uso de esos productos. Siempre se puede hacer algo mejor o más eficiente que lo que se hace, por ejemplo podríamos no irnos al cine cuando quisieramos hacerlo y en su lugar donar el precio de la entrada a una organización animalista (o humanista, feminista, etc). Cada uno aporta lo que quiere/puede aportar.
Eliminar